El Hostal de la Plaça tiene más de setenta años de historia. La actual, es la cuarta generación, y desde sus orígenes hasta el día de hoy, el negocio siempre ha estado en manos de la misma familia, ofreciendo tradición y modernidad, en un entorno privilegiado de la comarca del Maresme.

Un buen pan con tomate, una tortilla a la paisana, unos canelones... Éste fue el inicio del negocio familiar que todavía perdura de la mano de una nieta y de un bisnieto de sus fundadores. Una fonda de esas de toda la vida, donde cada verano se encontraban las mismas familias, compartiendo tertulias y el frescor de las noches, alrededor de una buena comida. Su hija Aurora y su marido Andreu le dieron continuidad, y más adelante traspasaron esta responsabilidad a Montse que , junto a su sobrino Artur, hacen que LHostal siga manteniendo día a día, el mismo espíritu y la misma filosofía que la familia ha ido transmitiendo a lo largo de todo este tiempo: la buena comida y un trato exquisito.

Ubicado en una antigua masía catalana del siglo XVII que fue remodelada durante los años 50 por el arquitecto Duran i Reynals. Encanto rústico, esencia mediterránea, tradición y modernidad, la cocina de antes con un toque innovador... El pasado y el presente se combinan con elegancia y distinción dando identidad al lujo sencillo y al trato agradable de una familia que, después de cuatro generaciones, vive y transmite a sus numerosos y fieles clientes, el espíritu y vocación de servicio de una cocina y un ambiente como el de casa, ese ambiente que tanto nos gusta, ese ambiente tan nuestro.

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